ESTACIONAMIENTO DEL
SERVICIO
El servicio continuo
implica que los toros están todo el año con las vacas, mientras que el servicio
estacionado significa que sólo se permite el apareamiento en determinada época
del año. El servicio estacionado ordena
las pariciones y permite realizar un adecuado manejo del rodeo. Todo el sistema
debe apuntar a obtener un mayor porcentaje de destete y terneros más pesados de
manera sustentable en el tiempo.
El
servicio se estaciona para optimizar el aprovechamiento del forraje, haciendo
coincidir los requerimientos del rodeo con la oferta forrajera. Con el servicio
continuo, si bien naturalmente se concentran las preñeces en cierta época, hay
una dispersión que provoca nacimientos en momentos de escasez de pasto, con los
consecuentes problemas.
En un rodeo de cría bovina, la vaca es su principal
componente, ya que es la encargada de gestar y producir los terneros,
constituyendo entre el 50 y 70% del total de animales del rodeo.
En un sistema de cría, es aspiración lograr un ternero por
vaca por año. Pero para que esto suceda no se deben producir retrasos
sistemáticos en la parición. Esto debe verificarse en forma sucesiva cada 365
días. Considerando que el período de gestación (preñez) de la vaca es
aproximadamente 280 días, ésta debe tener la oportunidad de ser servida dentro
de los 85 días siguientes al parto, y si tenemos en cuenta que luego del parto
tiene lugar un anestro normal (periodo en que la vaca no es fértil) de 40 a 55
días, solo quedan 40 días en los que la vaca debe quedar preñada.
REPRODUCTORES
Toros: si bien el tema se
tratará con más detalle en otro artículo, hay que recalcar que deben estar
sanos, con buen estado corporal, aplomos correctos, buena circunferencia
escrotal, buen área pélvica, sin defectos genitales y libres de enfermedades
(brucelosis, tuberculosis y venéreas).
Al seleccionar toros
con mayor circunferencia escrotal lograremos una pubertad más temprana en sus
hijas, lo que está relacionado con índices de preñez y parición más temprana en
vaquillonas. Posteriormente seguirán pariendo temprano el resto de su
trayectoria reproductiva elevando la fertilidad del rodeo, siempre y cuando se
vigile la cadena forrajera.
La selección por buen
área pélvica ayudará a transmitir este carácter a las vaquillonas disminuyendo
el riesgo de distocia, que se debe a 2 factores: área pélvica y peso del
ternero al nacer. El primero se determina mediante un pelvímetro (objetivo) o a
mano (subjetivo) en el momento del tacto preservicio. El segundo, usando toros
con datos fidedignos de que pueden transmitir facilidad al parto; o usando
toros de razas que dan terneros de bajo peso al nacer
Vaquillonas: la aparición de la
pubertad depende más del peso, desarrollo y raza que de la edad del animal. A
diferentes niveles alimentarios el celo se manifiesta primero en las
vaquillonas mejor alimentadas. La gestación no deprime el ritmo de crecimiento,
pero cambian sus hábitos de pastoreo, ingiriendo más pasto para satisfacer los
requerimientos que demanda esa preñez.
En las razas de carne,
la dependencia del ternero de la leche materna es fundamental, pero por un
período corto (3-4 meses). Por lo tanto, para que una vaquillona entre en
servicio entre los 15 a 24 meses el crecimiento de peso debe ser lineal, sin
períodos de carencia, y alcanzar la edad del entore cuando tenga el 65 % del
peso de la vaca adulta.
Una vez decidido el
período de servicio, debemos seleccionar las vaquillonas desechando las
inferiores y, como una opción, entorar el máximo posible (el ideal sería un 90
% de las terneras). Al hacer el tacto reponemos sólo con las preñadas de los
primeros 30 días, descartando las vacías y vendiendo el resto de las preñadas
con garantía de preñez, lo que nos dará un buen valor agregado.
Vacas: la primera gran medida
es –previo a la iniciación del servicio– eliminar toda vaca preñada del tacto
anterior y que no presenta cría al pie. El largo período de gestación en la
vaca (280 días) significa que estará preñada la mayor parte del año. Si
queremos un ternero cada 12 meses, sólo dispondremos de 75 a 90 días después
del parto para que vuelva a quedar preñada.
ÉPOCAS DE SERVICIO
El
estacionamiento del servicio o época de entore, es una práctica de manejo de
capital importancia en ganadería de cría. El servicio estacionado, sea sólo en
primavera o en primavera y otoño, son herramientas claves para el ordenamiento
de los rodeos.
Una
vaca sana, en buen estado de carnes y no preñada, presenta celos cada 21 días
durante todo el año, es decir, la hembra bovina es policíclica anual, a
diferencia de otras especies como la ovina, equina o canina que tienen épocas
bien definidas de presentación de celos o calores.
Si tenemos los toros con las vacas durante todo el año, tendremos también pariciones a lo largo del año con todas las complicaciones de manejo que ella conlleva. Por otro lado, está científicamente demostrado que largos períodos de entore no significan en absoluto más terneros nacidos.
Si tenemos los toros con las vacas durante todo el año, tendremos también pariciones a lo largo del año con todas las complicaciones de manejo que ella conlleva. Por otro lado, está científicamente demostrado que largos períodos de entore no significan en absoluto más terneros nacidos.
El servicio de primavera
Es el
más difundido en nuestro país. Mucha gente dice adoptar este servicio porque
pone sus toros en setiembre, pero los sacan en enero o febrero. Una “primavera”
muy larga, no?
Con este “mal manejo” sólo se benefician las vacas menos fértiles ya que les estamos dando siete u ocho oportunidades de quedar preñadas, cuando una hembra fértil, en uno, dos, o a lo sumo tres celos, se preña. Con un largo servicio, lo único que estamos haciendo es seleccionar “al revés” hembras para nuestro rodeo.
El servicio de primavera no debe durar más de 85 días (4 celos), debiendo extenderse desde mediados de setiembre a principios de diciembre. Con este servicio tendremos también una parición estacionada, entre julio y setiembre, lo que facilitará enormemente las tareas de: ayuda a vacas con problemas de parto, curaciones de ombligo, castración, señalada, descorne, marcación y al destete, tendremos para la venta novillitos de gran uniformidad corporal (lotes bien parejos), que elevarán considerablemente su precio por su excelente presentación.
El destete debe realizarse en marzo-abril, cuando los terneros tienen entre 7 a 9 meses de edad, y con un peso vivo de 180-200 kg.
Con un servicio de primavera y un buen ajuste de prácticas sanitarias, nutricionales y genéticas (animales tipos Braford y/o Brangus), muchos establecimientos mejorados logran mantener porcentajes anuales de preñez próximos al 70%.
Recordemos que el promedio de preñez anual de nuestro rodeo nacional no alcanza el 50%. ¿Por qué es muy difícil superar la barrera del 70%? Tanto técnicos como ganaderos avezados saben muy bien que la categoría de vientres que “tiran abajo” el porcentaje general de preñez son las vaquillonas de segundo servicio, o sea, aquellas con su primera cría al pie. Estas primerizas casi nunca superan el 30-35% de preñez en su segundo servicio.
Con este “mal manejo” sólo se benefician las vacas menos fértiles ya que les estamos dando siete u ocho oportunidades de quedar preñadas, cuando una hembra fértil, en uno, dos, o a lo sumo tres celos, se preña. Con un largo servicio, lo único que estamos haciendo es seleccionar “al revés” hembras para nuestro rodeo.
El servicio de primavera no debe durar más de 85 días (4 celos), debiendo extenderse desde mediados de setiembre a principios de diciembre. Con este servicio tendremos también una parición estacionada, entre julio y setiembre, lo que facilitará enormemente las tareas de: ayuda a vacas con problemas de parto, curaciones de ombligo, castración, señalada, descorne, marcación y al destete, tendremos para la venta novillitos de gran uniformidad corporal (lotes bien parejos), que elevarán considerablemente su precio por su excelente presentación.
El destete debe realizarse en marzo-abril, cuando los terneros tienen entre 7 a 9 meses de edad, y con un peso vivo de 180-200 kg.
Con un servicio de primavera y un buen ajuste de prácticas sanitarias, nutricionales y genéticas (animales tipos Braford y/o Brangus), muchos establecimientos mejorados logran mantener porcentajes anuales de preñez próximos al 70%.
Recordemos que el promedio de preñez anual de nuestro rodeo nacional no alcanza el 50%. ¿Por qué es muy difícil superar la barrera del 70%? Tanto técnicos como ganaderos avezados saben muy bien que la categoría de vientres que “tiran abajo” el porcentaje general de preñez son las vaquillonas de segundo servicio, o sea, aquellas con su primera cría al pie. Estas primerizas casi nunca superan el 30-35% de preñez en su segundo servicio.
El servicio de otoño
No
debe durar más de 60 días, y debe hacerse en abril-mayo. El porcentaje de
preñez rondará el 90%. Los nacimientos ocurrirán en enero-febrero, época de muy
buenos pastos que se reflejará en una condición corporal óptima al momento del
parto en las madres.
Las
primerizas y sus crías deberán pasar el invierno juntos en un potrero bien
empastado, reservado con anticipación para el efecto, con buen abrigo
(arboleda), y con la suplementación mineral precitada. El destete se hará en
agosto. Con sorpresa se notará que esas hembras para setiembre-octubre estarán
todas ciclando, como sincronizadas naturalmente, y ahí sí, se las podrán
inseminar o dar toros otra vez y obtener porcentajes de preñez que saltarán del
histórico 30-35% del establecimiento a un 75-80%.
Esta
es la invalorable ventaja que se obtiene en el segundo servicio en vaquillas
servidas por primera vez en otoño. De ahí el éxito de esta práctica de manejo.
VENTAJAS
• Mejorar la alimentación al hacer coincidir
mayor oferta forrajera y más altos requerimientos, logrando una mayor
fertilidad
• Manejar la carga a
través del año
• Lograr un
amamantamiento que no afecte la fertilidad de las madres
• Mejorar la atención
del personal durante la parición
• Obtener un destete
uniforme
• Trabajar a todas las
crías en la misma época
• Seleccionar por
fertilidad a las madres
• Eficientizar el
trabajo del personal
• Uniformar las ventas
de terneros y descartes
• Facilitar la
Suplementación al pie de la madre y los destetes anticipados y precoces
• Aplicar racionalmente
un plan sanitario
• Permite realizar
diagnóstico de gestación
LIMITACIONES
• Manejo nutricional
más exigente
• Mayor y mejor
infraestructura
• Mayores exigencias
sanitarias
• Personal bien
entrenado
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